sábado, 14 de junio de 2014

Sistema nervioso y percepción




Soy un cerebro, Watson. Todo lo demás en mí es un simple apéndice” (Doyle)




Los receptores son los encargados de transformar tipos de energía como la lumínica, química, mecánica, electromagnética, etc. en energía eléctrica (impulso nervioso); cuando el estímulo logra alcanzar el umbral de excitación de las terminales neuronales del receptor, dicho impulso es transmitido de una neurona a otra hasta llegar a un centro nervioso que envía respuesta.                             Cuando las células receptoras se agrupan formando un órgano sensorial, se suelen acompañar de estructuras secundarias o accesorias que le dan mayor sensibilidad a los receptores, una característica que distingue a nuestros sentidos es que no son unimodales, es decir que tienen la capacidad de responder a varios estímulos difiriendo únicamente del umbral, por ejemplo la vista tiene umbral más bajo para captar energía lumínica, pero necesitaría mayor estimulo si se requiere responder a la energía mecánica para captarlo.Los órganos de los sentidos cumplen un papel importante para nuestra protección, sin ellos, no habría alerta que nos previniera, y no tendríamos quien descubriera y describiera el entorno, nuestra comunicación y aquellas actividades se verían limitadas, seríamos más propensos al peligro que nos rodea. Muchos especialistas dividen los sentidos en más percepciones, y otros los agrupan.

 Pero sólo me referiré a los 5 distinguidos por Aristóteles

El tacto es aquel que nos permite percibir sensaciones de contacto, dolor, temperatura y presión a través de la piel (órgano más extenso). En determinadas partes de la piel se encuentran distribuidas terminales neuronales; si éstas terminales son pequeñas y numerosas aumenta el área de sensibilidad, por el contrario si son grandes y no son numerosas lo disminuye, en el cerebro se haya de distinto tamaño de acuerdo a la sensibilidad el área del cuerpo, por ejemplo los labios son más sensibles que los codos (Receptores y efectores), sin el tacto no sentiríamos lo que sucede en nuestro cuerpo, o fuera de el, gracias a los receptores nos protegemos como al sentir dolor (nociceptores) nos informa que algo nos está dañando o incomodando y podemos reaccionar, si no sintiéramos dolor no habría cierto límite que nos marcara cuando detenernos o activar reflejos; por ejemplo el “síndrome de Smith-Magenis” (pediatr, 2010), es un trastorno cromosómico que eleva el umbral del dolor hasta tal punto de que la persona no siente si se hace daño (entre otros síntomas).


 El sentido del gusto y el olfato trabajan en conjunto (Fisiología del olfato y del gusto.), detectando las sustancias químicas del ambiente, nos previene de la condición en la que se encuentran los lugares, las cosas o los alimentos, por medio del olor y el sabor podemos saber cuándo un alimento es nocivo, en mal estado o agradable, si nos fallaran estos sentidos lo que ingiriésemos no nos daría una percepción de si nos hará bien o mal, inclusive un resfriado los altera y nos valemos de otros sentidos para determinar las condiciones.            “puede haber una pila de neumáticos de camión quemándose en el living y yo no lo percibiría. Mientras que mi esposa puede detectar una sola uva que se ha echado a perder a dos casas de distancia” (Barry, 2005)


El oído es un órgano importante pues nos permite escuchar, oír, pero también detecta el equilibrio de la cabeza el cual nos da consciencia de nuestra postura; siendo nuestro receptor en la comunicación oral y el que nos alerta de sonidos cercanos es importante, “oír es hablar” ya que es la manera de cómo aprendemos a hacerlo (Dr. Pedro Berruecos V.) Las relaciones interpersonales se dificultan y conducen al aislamiento, todo estímulo auditivo no sería claro y de fiar,  si se llegara a perder la audición dejaríamos de estar alerta de lo que nos describen los sonidos, se dificultaría incluso cruzar una calle o la intensidad de nuestra propia voz.
La vista (Importancia, 2002-2012) capta la energía que encontramos propagada en todas direcciones y sentidos, y que es absorbida, reflejada o refractada por los distintos objetos, produciendo distintos cambios en los colores y tonalidades, a través del ojo le proporciona al cerebro más información que todos los demás sentidos juntos ya que un nervio óptico contiene un millón de fibras nerviosas (Snell, 2007) “…y se estima que más de la mitad de la información de la mente consciente entra a través de los ojos”. (Martínez) “Algunos estudios realizados hace varios años consideraron que las personas podían recordar más de 2500 imágenes con un 90% de precisión, varios días después de haber sido expuestas a ellas por tan solo 10 segundos”. (Grabner) Debido a que es más fácil recordar estímulos visuales representa un mecanismo que ayuda a la protección, pues activa la señal de alarma cuando vemos algo desconocido, algo peligroso o algo amenazante y nos permite responder con rapidez, a su vez nos permite mantener relaciones interpersonales al recordar características que diferencian a las personas.                    


Ahora bien la percepción sensorial consciente se produce en la corteza cerebral, es la imagen mental que se forma de acuerdo a la experiencia y necesidades que resulta de la selección, interpretación y sensación de quien percibe (docentes) si ésta tiene un estado de alteración neurológicamente puede desencadenar estados de ilusiones (el estímulo es deformado por el individuo),  alucinaciones (percibir algo sin estímulo que pueda interpretarse como error de los sentidos), alucinosis (el individuo no acepta las experiencias que vive como reales), entre otros (Lew) inclusive trastornos de la personalidad, es peligroso para la integridad de la persona, pues su percepción logra que los estímulos no sean conducidos con veracidad y situaciones comunes se vuelven desgastantes psíquicamente e incluso físicamente. Bien dicen que no se crea en todo lo que se piensa.
El alterar la percepción podría resultar benéfico como cuando “por medio de meditación se logra cambiar la percepción del estrés” (Justo, 2009), o controlar el dolor crónico, “la meditación y distracción ha sido utilizada en programas de tratamiento especializado para el dolor crónico desde los ochenta en el siglo XX, y las investigaciones demuestran que sí funciona” (healthcare, 2012) .                                                            “El dolor aumenta cuando se le presta atención” (Darwin, 1872)


 Por otra parte es importante cuidar el sistema nervioso pues si llegara a ocurrir una lesión cerebral su consecuencia inmediata sería un estado alterado de conciencia transitoria o permanente de acuerdo al nivel de gravedad del daño, así como la extensión de este, algunos ejemplos por mencionar es el Coma, síndrome de vigilia sin respuesta, estado de mínima conciencia entre otros (Gutierrez, 2013). Aunque cuan maravilloso es que también existe la Plasticidad en el cerebro,  la cual le da la capacidad de modificarse, reorganizarse si se tuviera una lesión, mientras más jóvenes ocurra hay más probabilidades de reeducar al cerebro. Aun cuando las neuronas no pueden regenerarse existen terapias de restricción inducidas que vuelven a programar al cerebro. Esto es alentador incluso con personas ciegas y sordas porque se busca otras señales para procesar.
Existen estados alterados de conciencia que; si son usados con precaución son benéficos como en el caso de la hipnosis, es un estado alterado de conciencia, auto o heteroinducido, en el cuál se trata de sugestionar a la persona para un mejor desarrollo conductual o cognoscitivo después del trance o bien para anestesiar (Segura), en el deporte para mejorar la resistencia, concentración, coordinación y motivación, etc. (Peterson, 2011).
La capacidad del cerebro humano es única y fantástica, pero necesita irrigación de flujo sanguíneo y oxígeno muy elevada y continúa por el nivel de trabajo que tiene. Tan sólo una insuficiencia circulatoria que dure más de 10 segundos, podría causar una pérdida de consciencia.
Así que el sistema nervioso está equipado para responder a estímulos y amenazas, desde un pestañeo cuando hace mucho viento, sudoración cuando sentimos calor, hasta bloqueos de dolor por medio de liberación de endorfinas para poder responder y atenderte, todo muy bien coordinado porque una situación desencadena la siguiente, por ejemplo cuando nos vemos frente al peligro nuestro sistema nervioso nos prepara para la lucha o huida, nuestra sistema nervioso autónomo está alerta y maneja ciertos mecanismos como aceleración de la frecuencia cardiaca para bombear sangre que oxigena nuestro cuerpo pues el huir requiere un esfuerzo muscular intenso y rápido, inclusive la sangre se reparte donde se requiere como muslos o bíceps en ese momento de gran ansiedad o miedo, se retira de la piel empalideciéndonos, los dedos se vuelven fríos, se incrementa nuestra sudoración para enfriar y lubricar el cuerpo pero se inhibe la salivación pues hay menor actividad en el aparato digestivo esto nos da sensaciones de nausea, las pupilas se dilatan para dejar paso a más luz. Como vemos consciente o inconscientemente nosotros el sistema nervioso siempre está alerta.
Como había mencionado para el sistema nervioso los sentidos y la percepción son muy importantes, pues ayudan a desarrollar mecanismos de defensa que hacen posible la homeostasis del cuerpo humano y en consecuencia la vida. Si una de estas tres: Percepción, órganos de los sentidos (sentidos) o el propio sistema nervioso jugara una mala pasada el equilibrio que existe se rompería y nos veríamos con dificultades para un desarrollo normal.

 En conclusión, la influencia que los órganos de los sentidos tienen en el sistema nervioso lo hace comunicarse y protegerse del exterior, y le da información de importancia para su actuar, pero no sólo un daño a nivel órgano se traduciría en un problema, pues también la percepción es importante para recabar información “real”, si presenta estados alterados ya no tendríamos certidumbre de lo que ocurre.

A su vez la conciencia es la que nos hace darnos cuenta de, y si ésta sufre de alteraciones resultaría fatal pues en sus estados hay afecciones severas como estar en coma,  aunque también descubrimos que un estado alterado podría resultar benéfico como efecto placebo, o como percepción más optimista.
Es sorprendente como una dosis pequeña de algún opiáceo puede cambiar por completo un panorama, así como una pequeña lesión. Cuán importante, inteligente y delicado es, pero descubrimos que también tiene mecanismos de defensa para mantenernos con vida y aún hay tantas preguntas por responder.


“Sostienen que yo introduje lo maravilloso en los hechos cotidianos, no es así. Ocurre que lo cotidiano en sí ya es maravilloso, yo lo único que hago es escribirlo” (Kafka) Y la ciencia lo único que hace es estudiarlo.                                


                                                                         By:  Cynthia A.A.Y:.


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